06 de Mayo del 2015
La energía consumida para producir agua caliente sanitaria es el segundo en importancia y representa un 26 % del total.
Para ahorrar en este servicio es indispensable disponer de un aparato que ajuste la potencia a las necesidades reales que puedan darse en cada momento.
La energía solar puede ofrecer la posibilidad de precalentar el agua y prescindir en muchos casos del uso de una caldera.
Los grifos independientes, agua fría y caliente, no son aconsejables, es mejor cambiarlos por un único grifo de mezcla: monomando. Si no se requiere agua caliente, el grifo monomando deberá abrirse en la posición extrema del agua fría para evitar caudales que enciendan la caldera.
Las costumbres higiénicas, también afectan al consumo. Una ducha consume cuatro veces menos energía y agua que un baño.
Instalando un regulador de temperatura con termostato en la ducha se puede ahorrar entre un 4 y un 6% de energía. La temperatura ideal para el aseo personal, está entre los 37 y 40ºC.