05 de Febrero del 2015
Se deberá partir de la idea, que la temperatura ideal para la casa es de 20 o 21º C, ésta nos da un grado suficiente de confort. Por cada grado que se baja la temperatura, se ahorra de media de un 8% de consumo de energía. Por tanto, cada grado por encima supone incrementar nuestra factura de forma innecesaria en ese mismo porcentaje. Por tanto deberemos estar pendientes de; bajar el termostato de 20º C a 16º C durante la noche, ello nos ayudará a conseguir un ahorro adicional de entorno al 13% en la factura de la calefacción, lo que podría cifrarse en un ahorro medio de unos 100 euros anuales.
Los expertos recomiendan encender la calefacción durante la mañana y apagarla por la noche, salvo que la temperatura exterior sea realmente baja. También es importante cuando nos vayamos a ausentar del hogar por unas horas, bajar el termostato a unos 15 grados y las habitaciones que no se usen tenerlas incluso a menos de 15 grados. Y siempre cuando no vayamos a estar en casa durante más de un día, ahorraremos mucho apagando la calefacción.